People try to put us d-down (talkin' 'bout my generation) "The Who"

El domingo mantuve un intercambio de tuits con @josecdiez.

 

  

El apostaba por un cambio generacional haciendo referencia a la entrevista que le hacían a Pedro Sánchez (Por cierto, ¿Este tiene Twitter?) en @el_pais.

 

Yo le pregunté que si ¿Hay alguna generación que no queira una España mejor?

 

Y la cosa se lió un poco.

 

 Pues eso, “una nueva generación quiere una España mejor”…

 

Y es que desde hace unos cuantos tuits, yo que no soy de la generación que está ni de la que se le espera, tengo la sensación que algunos vienen intentando hacerse hueco a empujones. Espero alguna idea entre tanto vigor.

 

 

Me quedé con ganas de preguntarle ¿cuál es la generación que ha fracasado? Porque siempre he pensado que fracasan las personas, no las generaciones.

 

Fue @LaEtxebarria (¡Si, qué pasa!) la que escribió aquello de “el entorno cambia , y por tanto la forma de describirlo cambia, la forma de interiorizarlo cambia. Cada nueva generación literaria, pictórica, escultórica, arquitectónica, musical e incluso científica ha sido sucesivamente despreciada por la inmediatamente anterior y por la siguiente y a continuación admirada” (cita)

 

Creo que esto que nos descubre @LaEtxebarria es un poco lo que pasa ahora en la política, o mas bien en las tertulias políticas. ¿Es bueno? Uno cree que no.

 

Que el entorno ha cambiado es una obviedad, el entorno siempre cambia, y por lo tanto las preguntas en plan Benedetti. Pero hacer pasar por nuevo algo solo porque lo diga alguien con pocos años como que no da. Creo que hay tipos profundamente retrógrados sin demasiadas onomásticas y otros bastante disruptivos con muchas y, cosas de  la estadística, la estupidez está bastante repartida entre edades, sexos y razas.

 

El mismo domingo, el Huffington Post , titulaba “La nueva España, el cambio generacional en fotos”.

 

 Meter en el mismo saco el dedazo, el derecho de sangre y consorte, gente que ha pasado por las urnas y gente que no, propuestas más o menos serias con otras que en mi opinión rozan el estrambote y pretender que esto es el cambio, me suena a mismas respuestas para diferentes preguntas, al más de lo mismo…¿Esto es el cambio que nos trae la nueva generación? Veo demasiadas ganas de “Florentinizar” la política, cambiar las caras cada temporada para que la cosa no cambie mucho. Ahora eso rellena las tertulias una barbaridad.

 

“Nos preparamos mucho para afrontar los retos, pero parecía como si nos estuviésemos reorganizando cada vez que empezábamos a formar equipos. En los años posteriores de mi vida descubrí que nos enfrentábamos a cualquier situación nueva reorganizando; un método maravilloso para crear la ilusión de progreso mientras se genera confusión, ineficacia y desmoralización” Eso ya nos lo decía Cayo Petronio hace un buen puñado de años. ¿Afrontar los retos rejuveneciendo?

 

No creo que nos podamos permitir como país prescindir del talento, que lo hay, entre los mayores de ¿cincuenta, sesenta, setenta, ochenta...? Aspiro a vivir en un país en el que el talento tenga más peso que la edad, que ser joven o viejo sea parecido a ser calvo o tener pelo. Un país, a ser posible, sin demasiado liderazgo, ni del joven ni del viejo, porque el liderazgo me da ardor, debe de ser la edad. Un país donde todos y cada uno de los ciudadanos asumamos nuestras obligaciones con responsabilidad.

 

Me parece que una casta (vamos a utilizar el lenguaje de los tiempos) política formada sólo por hombres talluditos es una inutilidad; como también me lo parecería otra formada sólo por mujeres adolescentes.  Reducir el tratamiento  del problema en el que estamos, que lo estamos, a un cambio generacional parece un poco simple.  Sobre todo porque en la medida en que colectivicemos las responsabilidades (La generación, la casta, etc…) conseguiremos algo muy de nuestro tiempo, la ausencia de responsables. Y eso si me parece grave.  Pensar que  la culpa es del sistema, de las multinacionales, de los bancos, de la casta o de toda una generación de políticos es invitar a diluir la responsabilidad y a mi me gustan los nombres y apellidos. El inútil es un inútil, independientemente de la generación a que pertenezca, como el corrupto o el maleducado.

 

Hay una serie de señores y señoras (por seguir con los tiempos), con sus nombres y sus apellidos, que se lo han llevado y eso, al margen de que sea delito o no (que juzguen los jueces y, a ser posible, rapidito), es poco ejemplar (Thanks Gomá).  Ha habido una serie de banqueros incapaces de medir el riesgo, con nombres y apellidos, que no han tenido el talento suficiente (como poco) para interpretar la situación. Los responsables son ellos, no toda su generación. Me niego a pensar que todos son iguales y otras simplezas por el estilo.

 

¿Sería justo hablar de  la “generación Gowex”?, ¿acaso tiene que quedar toda una generación de emprendedores marcada por un jeta?

 

No seré yo el que niegue que la política necesita cambios, pero creo que los cambios los tenemos que hacer todos y para todos. Decir “que una nueva generación quiere una España mejor” suena a la misma melodía que la lucha de clases o de sexos y, a mi me pilla cansado, para tanta lucha.

 

Fueron Jonas Ridderstrale y Kjell Nordstrom en su libro Funky Business los que decían que “Una empresa cuyo consejo de dirección esté lleno de finlandeses (ellos son de por allí) blancos de unos cincuenta y cinco años, tiene pocas posibilidades de dar con una idea que interese, aun ligeramente, a una joven negra, lesbiana y musulmana…

 

Pero creo que las mismas posibilidades tendría un consejo formado por menores de treinta y cinco de dar con algo que interese a una pareja de setentones. El problema es que esos setentones pagan impuestos y como tal deben de ser tenidos en cuenta y participar de los organos de representación.

 

Una cámara, como un consejo, que parezca un geriátrico no es muy de fiar; pero cambiarlo por un parlamento Erasmus, tampoco. Que tenga hombres y mujeres, jovenes y viejos, licenciados y no licenciados, aficionados al golf y a la petanca, empresarios y trabajadores...un parlamento de mezclas.

 

 

Pues eso, que creo que es hora de mezclas y no de cambiar unos inútiles por otros, aunque tengan menos años.

 

Me voy a mezclar un poco de ginebra con tónica.

Salud

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Comentarios: 1
  • #1

    @montesgan (martes, 05 agosto 2014 23:14)

    Decía Homero que la juventud, pronta de temperamento, es débil de juicio,...