Desvirtualizando o Conociendo gente….

 

Bueno que me lío, ayer desvirtualicé a unos amigos. La situación fue un poco extraña, tenía la emoción de las citas a ciegas, esa pizca de curiosidad y morbo (del bueno)  sobre lo qué me voy a encontrar. Gente interesante, de primeras parece que practican eso de la ejemplaridad, tanto de la pública como de la privada. Hablamos de los presentes y también de los ausentes. Nos reímos.

 

Dentro de unos días, como cada Navidad, cenaré con mis amigos, no los que eran virtuales, sino los de siempre. Algunos son amigos desde el colegio, la mayoría desde la facultad. He viajado con ellos, he bebido con ellos y he discutido, mucho y bien, con ellos. Ahora se poco de ellos, bueno no de todos, pero si de algunos. De algunos se poco, menos de lo que querría, se lo básico, donde viven, de que trabajan, si se han separado o no y, salvo que hayan cambiado, a que partido votan, pero de su día a día poco.

 

De los virtuales, aunque ya no son virtuales, se más cosas, que leen, que películas les gustan e incluso que vino beben. No se sí están casados o no, ni con quien, ni donde viven,ni tampoco a que se dedican, ni lo que votan aunque de algunos me lo imagino; pero se a los que les gustó el anuncio de Campofrío y a los que no.

 

Este año voy a añadir dos propósitos a los ya clásicos de hacer deporte y escribir el libro. Este años voy a volver a quedar con mis amigos virtuales que ya no lo son y voy a ver sí lío a mis amigos, a los de siempre, para que entren en Twitter. Así me enteraré que andan leyendo y que opinan de lo que está pasando ( siempre pasan cosas) mis amigos antiguos y me enteraré si están casados, donde viven, a lo que se dedican y lo que votan los virtuales que ya no lo son.

 

Pues eso, la vida