¡Qué esto del branding va de personas, coño!

De un tiempo a esta parte, en este cambiante mundo del Marketing está  haciendo furor un término que no es nuevo, el branding. Branding es un anglicismo  que hace referencia al proceso de hacer y construir una marca.
La marca siempre ha tenido un protagonismo relevante para el Marketing;  pero es ahora, cuando diferenciar la propuesta de una compañía de la de otra es cada vez más difícil, cuando reducir costes en época de low cost no garantiza diferenciación por precio; es ahora, ya digo , cuando cobra relevancia la diferenciación por los intangibles.
Tom Peters habla en su último libro “El meollo del Branding” de lo que constituye la clave de la diferenciación en la época actual, partiendo precisamente de los intangibles de la empresa y señalando la singularidad de la marca como el pilar fundamental.
Hace más años fueron Jonas Ridderstrale & Kjell Nordstrom  en su libro “Funky Business: El talento  mueve el capital “ los que nos avisaban de esto:
Lo valioso es lo intangible…..Seleccione una tela barata, realice unos pantalones basándose en un modelo de un siglo de antigüedad e intente hacerse rico. Coste de producción: unos 7 dólares. Llámelos Levi´s y podrá cobrar 50 dólares por ellos…. la percepción lo es todo , lo intangible se vuelve real”
Y Vicente Verdú en su libro “Yo y tu, objetos de lujo” habla del hecho de que “somos marca y las marcas somos nosotros”, citando a la empresa Getty Images.
Marca, marca y marca y su proceso de creación. 
Hay multitud de artículos y post en la red que hablan en plan de “los seis pasos para crear una marca” de qué hay qué hacer y qué no hay qué hacer para crear una marca. Nos seremos nosotros los que nieguen ninguno, pero si qué creemos que merece la pena tener en cuenta algunas cosas.
Construir una marca tiene dos finalidades, conseguir notoriedad y transmitir una actitud determinada.
Conseguir notoriedad es relativamente fácil, basta con montar un escándalo y todo el mundo hablará de ti o de tu marca. Ser capaz de que te identifiquen con una actitud determinada es más complicado.
Para eso hay que conseguir vincular a la marca con una serie de valores y comportamientos que la hagan previsible y valorada por su comunidad.
Esos comportamientos están lejos de gritar mucho, aunque lo llamemos publicidad y están cerca de hacer bastante. No hablemos de principios, tengámoslos cómo marca. No hablemos de calidad de servicio, demos calidad de servicio. No anunciemos trato personalizado, ofrezcamos trato personalizado. 
Y esto nos lleva al segundo punto que, en nuestra opinión, merece la pena tener en cuenta. Siempre detrás de una marca hay personas. No es la marca la que tiene principios o no, son las personas que se agrupan entorno al paraguas de una marca los que los tienen. No es una marca la que da calidad de servicio son las personas que trabajan en ella las que dan, o no, esa calidad. Y así podríamos seguir con el trato personalizado, las experiencias de compra y la vocación servicio por citar los atributos que más mencionan las marcas. 
Porqué siempre hemos pensado que tras una gran marca, siempre hay un gran equipo. Un gran equipo compuesto por personas, claro.

Escribir comentario

Comentarios: 2
  • #1

    Jose Manuel (viernes, 10 mayo 2013 11:08)

    Totalmente de acuerdo contigo Manuel... por eso desde hace años algunas compañías estan haciendo especial hincapie en lo que han denominado "internal Brandig" (otro anglicismo mas), que no es otra cosa que entender que la marca se construye por y para personas y que el primer paso es que tus propios empleados aporten valor enlazando la marca personal de cada uno de ellos con la marca de la compañia, susu valores con los de la propia empresa...

    Un abrazo.

  • #2

    Manuel Sevillano (viernes, 10 mayo 2013 18:20)

    Gracias José Manuel por el comentario, el concepto de infernal Branding me Arteche adecuado, ahora creo que el reto está en hacer coincidir el interno y el externo, a menudo Marketing va por un lado y RRHH por otro.

    Saludos