Esa patraña del Liderazgo....

A pesar de qué llevo años hablando de Marketing aquí y allá, raro es qué cuando tocamos el tema de la Teoría General de la empresa no hablemos del rol del directivo.

 

Cuando sale ese tema me gusta, o me gustaba, hacer referencia a unos personajes que habitan en una tribu hawaiana, los kahumas. Son una especie de brujos que a cambio de una serie de privilegios cómo prioridad para surfear olas, compañera  (pelo machistas estos hawaianos) y/o cabaña se comprometen a adivinar el futuro y reducir la incertidumbre al resto de la tribu.

 

En la mayoría de las organizaciones empresariales y de las otras, por no decir en todas, el equipo directivo cuenta con una serie de privilegios, despachos grandes y soleados, tarjetas bien nutridas, plazas de parking, seguros y en este plan. A cambio , en teoría al menos, se comprometen a reducir la incertidumbre a los diferentes stake holders de su organización, adivinar el futuro vamos.

 

Y digo que me gustaba porque creo que esta fórmula ya no funciona. Cuando estamos instalados en plena era de la incertidumbre hasta qué punto merece la pena poner nuestro futuro en manos de una especie de brujos empresariales.

 

Creo que este modelo generaba dos colectivos bastante diferenciados:

 

- Los Kahuma o altos directivos que contaban, aun cuentan, con unos privilegios que francamente, creo que en la época actual ya no tienen razón de ser. Suelen ser hombres (Mujeres hay pocas y tienen otro estilo) ambiciosetes a los que les gusta jugar con el futuro de la gente. Se suelen autoproclamar empresarios aunque en su vida se han jugado ningún patrimonio. Han llegado a ese puesto  no a base de mérito sino de quiebros y alianzas con el poder establecido, o sea con ellos mismos, porque ellos son el poder.

- Este grupo no existiría sin qué un segundo y más numeroso esté dispuesto a colaborar. El grupo de los obedientes camastrones que a cambio de, en teoría, una vida sin sobresaltos ponían su futuro en manos de los primeros.

 

Y esto, creo que ya no es viable. Los humanos somos libres y eso nos obliga a ser responsables. Responsables en primer lugar con nosotros mismos.

 

El futuro de las organizaciones (al menso de las más innovadoras) lo veo como un futuro de alianzas por proyectos entre iguales, en qué cada uno en función de su talento aporta al proyecto y se responsabiliza de él. Sin padres ambiciosetes, ni hijos camastrones . Creo que el futuro es de los equipos y no de los líderes, porqué en el fondo un grupo de gente talentosa y responsable, ¿para qué necesita un líder que les dirija?

 

Salud, 

 

Escribir comentario

Comentarios: 0