Hoy no voy a hablar de Marketing, hoy voy a hablar de política

La historia empezó hace un par de sábados. Entre capítulo de Tremé y lectura de periódico me dio por twittear algo a un político. Sorprendentemente, al menos para mi, el tío (es hombre) me contestó.

 

Le respondí, me volvió a contestar y medio en broma medio en serio, nos citamos para comer y cambiar opiniones. (Nunca pensé que se lo tomaría en serio)

 

Un par de días después le recordé el compromiso ( si fuera un cursi diría que impregnado de escepticismo) y hoy hemos quedado y además hemos quedado, es diputado, en el Congreso.

 

Yo a esto iba con todas las cautelas y supongo que el tendría, incluso,  algunas más; para mi hablar con un diputado hasta hoy era similar a hablar con un Ornitorrinco, nunca lo había hecho.

 

Al entrar nos hemos cruzado con Soraya Sainz de Santamaría y con algunos más que conozco de la tele; pero ni recuerdo el nombre, ni me apetece levantarme a mirarlo. Han mantenido una conversación bastante similar a la que mantendría el jefe de negociado de un banco con un jefe de departamento.

 

- Este fin de semana he estado en Soria. (La verdad es qie no me acuerdo donde dijo, pero estaba por ahí)

- ¿Si, y qué tal?, ¿dónde comiste?

- Bien pero no pude ver "nosequé", estaba cerrado.

- ¡Vaya!, hablamos

- Hasta luego.

- Chao

 

Sorprendentemente normal.

 

Bueno a lo que nos ocupa, he comido en el Congreso. En el mítico restaurante concesión de Arturo. Y he comido cómo se come en cualquier concesión de Arturo. (Vosotros mismos)

 

Bueno, que me lío en los detalles y es que hoy no quiero hablar de Marketing, quiero hablar de política.

 

El Diputado era, es, majo. Yo me esperaba un demagogo porque hasta hoy, los políticos me parecían un poco simples. Es probable que la mayoría me lo sigan pareciendo, pero este no. Me ha entretenido conversar con él, aunque  ¡hombre! hubiera tenido mérito quedar a comer con alguien y qué él, o yo, o ambos, nos hubiéramos dedicado a dar el coñazo y a decir sandeces. Pero esperaba viendo lo que llega, planteamientos populistas y pelín demagogos del tipo de “Yo a los mítines voy en línea regular” o “soy partidaria de bajar el sueldo a los políticos” o ese otro de que “la actividad pública no debe de estar remunerada” (nunca entendí ese ánimo autoflagelador). Nada un tipo majo preocupado de argumentar sus posiciones y con ganas de escuchar a un marketiniano  charlatán.

 

Hemos hablado de bastantes cosas, yo más que él, y mira que mi madre siempre me dijo que a estos sitios fuera a escuchar, pero nada el bocazas que llevo dentro me supera. Hemos hablado de bastantes cosas, ya os digo, pero me voy a centrar en dos. El liderazgo y la Comunicación.

 

En un momento dado me ha dicho que en este estado de atonía que está el país se necesita un líder que genere ilusión. Yo que me pasa como a María Isabel cuando le tocan las palmas, que me conozco, he saltado, claro. El liderazgo me parece una patraña y creo que es bastante culpable de casi todo.

 

¡Ostras! o algo así.

 

Mira,  no creo en el liderazgo y no te eches esa responsabilidad a las espalda. Un grupo de gente con talento, responsabilidad y qué compartan un proyecto, para qué necesitan un líder. Y es que yo creo que bastante tienen los políticos con regular la convivencia entre diferentes colectivos/individuos con intereses contrapuestos, cómo para cargar con la responsabilidad de inventarse un futuro para que estemos cómodos.

 

Casi yo prefiero, junto al grupo que pueda/quiera, inventarme el mío y qué ellos se preocupen de crear las condiciones para qué quepa, el mío y el de otro montón. Escuchaba y me ha dado la sensación de qué no esperaba este planteamiento.

 

Para mi las sociedades con liderazgos fuertes acaban siendo unas sociedades camastronas y acaban delegando en otro lo que es su responsabilidad, decidir cómo quieren vivir. El político que se encargue de crear las condiciones o al menos de no joderlas.

 

Bueno yo tampoco me esperaba pensamientos muy sólidos y , al menos este diputado, los tenía. Citaba con naturalidad a Galbraith a Schumpeter. Estaba, cómo todos, preocupado por el futuro, por los cambios. En un momento dado ambos hemos estado de acuerdo que, quizás, entre algunos de los que rodean el Congreso hay gente que traerá ideas nuevas, ideas válidas. Cabe esperar que entre piedra y piedra, se sienten en un banco e intenten estructurarlas un poco.  Eso lo he dicho yo, no culpéis al Diputado.

 

Otra cosa de la que hemos hablado es de Comunicación. Le preocupa cómo percibe su mensaje la sociedad, los ciudadanos. Me dió la sensación que quería transmitir la normalidad de los diputados. A esas alturas ya le había dicho que me dedico al Marketing y ha visto la posibilidad. Siento que le he defraudado un poco.

 

No se cómo hacerlo, siento que están en una situación difícil, muy difícil. Los cauces de interactuar con la sociedad están cambiando, pero aun no conocemos hacia donde.

 

Hasta antes de ayer, el político hablaba, el periodista transmitía y el público, el ciudadano aplaudía o silbaba y , a veces, votaba. Ahora no. Me ha comentado que muchos de los periodistas con solera se han reconvertido en tertulianos tipo Gran Hermano, porque el periódico tradicional cada vez paga menos al analista político. Otros, y esto no lo sabía, curran en medios digitales y cobran por los clics que genera su noticia. Llegados a este punto me ha dado por pensar sobre qué generará más clics, un titular del tipo Rajoy tiene un romance con Cospedal o  el gobierno prevé para el 2013 volver al crecimiento. Ufff, un lío.

 

Además ahora son los ciudadanos los que crean opinión, los que se influyen unos a otros, crean y consumen opinión, los periodistas no acaban de encontrar su sitio, aunque siguen yendo al Congreso y el político no sabe qué decir (encima tiene que hablar a diario), ni con quien hablar. Me ha dado un poco la sensación de que les pasa cómo a las Marcas tradicionales no están acostumbrados a que ahora el mensaje no lo controlan ellos, sino el mercado y eso qué tiene muchas ventajas, también tiene algún inconveniente, como todo, claro.

 

No sabía muy bien qué decir y no era plan quedarme callado. Le he dicho que el problema nunca está en la Comunicación, sino en el Producto, pero que no sabía muy bien cómo cambiarlo, que no era fácil, el consultor que llevo dentro siempre me sale.

 

¿Y?

 

Pues no lo se , pero…….. ( de nuevo el consultor, siempre tengo que decir algo aunque sean obviedades) qué creo que podían hacer algunas cosas, a saber.

 

No estaría mal que se empezaran a colectivizar un poco los éxitos e individualizar los fracasos. Cambiar, en la medida de sus posibilidades, mensajes del tipo Feijoo gana en Galicia y el PSOE se hunde, por otros como el PP gana en Galicia y Rubalcaba, o los “Pachis”, hunden al PSOE.  No porque crea que son los únicos responsables, ni tan siquiera creo que sea justo; pero creo que es bueno individualizar la responsabilidades y convivir con naturalidad con el fracaso. No pasa nada, hay que saber perder. Creo que cómo sociedad mejor nos iría si mejoramos nuestra convivencia con el riesgo y nuestra tolerancia con el fracaso.

 

Otra simpleza que le he dicho es que me gustaría que escucharan con respeto en el hemiciclo cuando habla alguien de otra fuerza política. Entiendo que muchas veces el que habla le parecerá un jilipoyas, de hecho a mi muchos me lo parecen, pero el qué habla no solo es él, sino el representante de un montón de españoles que le han votado y qué, además, pagan impuestos. Y eso creo que merece un respeto.

 

También le he dicho que hagan cómo Guardiola (Haber estado en makeateam marca ) que hablen sólo una vez a la semana, que no se puede estar haciendo declaraciones todos los días. Y qué sean más selectivos en sus declaraciones. Su función principal es sacar leyes adelante no dar espectáculo para que otros vendan periódicos o, visto lo visto, conseguir clicks.

 

Qué no se puede complacer a todo el mundo, ni subestimar el mensaje. Vamos que no le veía dando una entrevista en el Tomate (¿Existe todavía el Tomate?) después de una tertulia acerca de si Belén Esteban se ha puesto pecho y antes de otra sobre la relación Repsol / Argentina. Creo que hay foros y formatos más adecuados para que el mensaje llegue.

 

Me gustaría que no alimentaran la demagogia que cuando alguien salga para acusarles que no hacen nada o qué cobran mucho, no entren al trapo. Directamente no es verdad. No trabajan poco, otra cosa es que lo que hagan sirva para algo, como en cualquier compañía una veces si y otras no. Y no ganan mucho, cualquier director de oficina de un banco de barrio, gana más. 

 

En fin me ha dado la sensación que no hay más inútiles en el Congreso que en Telefónica, en Repsol o en ACS y no vale decir que los tres son privados porque las tres dependen bastante del BOE. Que hay gente interesante, intelectualmente bien formados, con capacidad de argumentar y aguante para escuchar las soflamas de un marketiniano.

 

Al salir me ha dado un poco de vertigo. Yo solo me represento a mi mismo, pero cuando representas a miles, a cientos de miles, de ciudadanos la cosa debe de imponer un poco.

 

Y qué para mi , al menos, ha sido un placer.

 

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